¿Qué provoca el cáncer oral y cómo evitarlo?
- Valeria Garzón
- 10 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Estar desinformado sobre algunas enfermedades es uno de los grandes problemas en el ámbito de salud. Cuando no conoces la existencia de una enfermedad eres mucho más vulnerable, porque no sabes qué actos las producen y por lo tanto no puedes evitarlos.
El cáncer oral es 1 de los 10 cánceres más comunes que se dan, sin embargo, se trata de uno de los cánceres más desconocidos.
Este viernes 12 de junio es el Día Europeo Contra el Cáncer Oral y desde iSmile queremos ayudar a concienciar sobre la importancia del papel del odontólogo y la detección temprana de la enfermedad para tener mayores posibilidades de superarla. En este artículo te contaremos qué provoca el cáncer oral y cómo puedes prevenirlo.

El principal responsable del cáncer oral es nuestro estilo de vida. Las principales causas de su aparición se deben a tener una higiene dental deficiente, el consumo de tabaco y de alcohol excesivo multiplican las posibilidades de padecer esta enfermedad. Aproximadamente 9 de cada 10 personas que tienen cáncer oral son fumadores habituales. Ser portador del virus del papiloma humano también es uno de los factores que tienen que ver con su aparición, así como también el deterioro de una prótesis o una mala alimentación.
Aunque actualmente muchas personas tienen cada vez más conciencia sobre los efectos del tabaco para nuestra salud, muchas personas no saben que existe el cáncer oral, lo que dificulta su detección y tratamiento.
Es importante recalcar que la mejor cura para el cáncer oral es tener un diagnóstico rápido. Además de corregir los hábitos de nuestro día a día que repercuten en nuestra salud, es sumamente importante acudir a revisiones periódicas con el odontólogo. El diagnóstico temprano de la enfermedad mejora las posibilidades de supervivencia a un 90%.

Aprender a realizar autoexploraciones también es muy útil, ya que, el cáncer oral se puede presentar de diferentes formas. Las más comunes son una mancha roja o blanca en las paredes internas de la cavidad oral o una llaga en el labio que no cicatriza con el pasar de los días.
Si observas algunas de estas señales, o tienes dificultad para tragar, dolor de oído persistente y notas tu garganta inflamada o tu lengua adormecida, consulta con el odontólogo lo más rápido posible. Una visita por precaución es necesaria para ahorrarnos muchos problemas en el futuro.





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