Nunca es tarde para tener unos dientes bonitos

En los últimos años ha ganado mucha relevancia, la importancia de tener una boca sana, con dientes blancos y alineados. Históricamente se creía que, mientras avanzaba la edad, los dientes sufrían un desgaste que en muchas ocasiones terminaba con la pérdida de piezas dentales y con esto se desarrollaban consecuencias funcionales y estéticas.

Los avances tecnológicos en la odontología y las nuevas técnicas menos invasivas permiten revertir esta tendencia natural, mejorando la calidad de vida de los pacientes y adaptándose a las prioridades de la población.

La esperanza de vida en Ecuador en el 2020 es para los hombres de 74 años y para las mujeres de 80 años, ¿Quién no quiere llegar a esa edad con la misma sonrisa de siempre? En la actualidad esto es posible. En estos años la sociedad en general vive un culto a la belleza nunca antes visto. La sonrisa, es parte fundamental de la apariencia, es una carta de presentación.

Aquella creencia de que es normal tener los dientes feos, o que te falten piezas dentales pasada cierta edad es errónea, porque nunca es tarde para tener unos dientes bonitos.

Actualmente la odontología ofrece soluciones personalizadas para cada paciente, mejorando la sonrisa de todos aquellos que se encuentran dispuestos hacerlo mediante técnicas como invisalign (alineadores transparentes), láminas de cerámica (carillas) o el aclaramiento dental.

Los alineadores son unos aparatos que se quitan y se ponen, los cuales permiten alinear los dientes, para mejorar no solo la forma en que trabajan, sino la higiene oral, que automáticamente mejora, y la estética de la sonrisa que termina por verse más armoniosa y ordenada.

El aclaramiento dental es una técnica no invasiva que permite eliminar todas las tinciones intrínsecas y manchas extrínsecas que se han acumulado en el esmalte de los dientes con el paso del tiempo. Este tratamiento permite devolver a los dientes su color original, otorgándoles brillo y luminosidad. Esto mejora no solo la apariencia de una boca sana, sino la expresión de la sonrisa.

Las carillas dentales es un tratamiento irreversible, que en la mayoría de los casos necesita de una mínima preparación del diente receptor.

Los odontólogos oyen a sus pacientes preguntarse si vale la pena o no mejorar sus sonrisas. Yo me pregunto ¿vale la pena ir al gimnasio y estar en forma a partir de los 50? ¿de los 60? ¿es importante levar el cabello bonito y pintarse las uñas? ¿es mejor ponerse relleno de labios para ocultar unos dientes envejecidos, o, por el contrario, vale la pena devolver a esos dientes su armonía y estética, dejando el labio como está?

Con estas preguntas nos podemos dar cuenta que la estética es subjetiva y cada persona sabe cuáles son sus inseguridades y complejos. Pero la edad nunca es una variable para determinar si uno es candidato o no para mejorar la sonrisa. Lo que, si lo es, es el estado de salud, pilar fundamental en la toma de decisiones.

Imaginemos que estamos es una entrevista de trabajo, llega el candidato, y este nos muestra sus dientes. Va avanzando la entrevista y en un momento nos damos cuenta que le faltan algunos dientes, otros están rotos y amarillentos. Para un puesto de recepción, secretariado o gerencia.

Nuestra mente, que no conoce a la persona ni a su situación, juzga inmediatamente por lo que ve. Nos viene a la mente preguntas tipo ¿Cómo puede ser? ¿No es consciente de que no se ve bien? ¿Qué le habrá pasado? ¿Por qué no se arregla? Si, por el contrario, ese mismo candidato tendría una sonrisa bonita, alineada, blanca, armónica, nuestra mente nos lleva a un lugar distinto. Pensamos en ese instante, es una persona que se cuida, minuciosa, con buena presencia, joven, ¡porque una sonrisa bonita rejuvenece!

Una sonrisa es la mejor carta de presentación, nos da información acerca de las personas y no importa su edad porque nunca es tarde para tener unos dientes bonitos.