¿Cómo evitar la sensibilidad dental?

La sensibilidad dental es muy común en adultos, se trata de un dolor agudo, pero de corta duración que aparece como consecuencia de estímulos térmicos, como alimentos o bebidas fríos o calientes, químicos como sustancias excesivamente dulces o ácidas, o táctiles, como la presión táctil, al cepillarse los dientes o acudir al odontólogo.

La sensibilidad es un problema muy común, que afecta al 25% de la población y puede derivar en otras patologías orales como caries o enfermedad periodontal. Se suele sentir más en los dientes premolares y en los caninos y se debe a la exposición de la dentina producida por la retracción de la encía o por un desgaste de la misma.

Existen personas que tienen más riesgo al momento de desarrollar esta patología, debido a hábitos alimenticios o prácticas nocivas para los dientes. Entre los factores que se puede desencadenar esta patología son los siguientes:

· Técnicas inadecuadas de higiene oral

· Utilización de cepillos dentales con filamentos duros

· Uso de pastas dentales abrasivas

· Personas que tienen bulimia o anorexia

· Personas con periodontitis

· Personas diagnosticadas con recesión gingival

· Consumo de bebidas como: vino, cerveza, gaseosas, jugo de naranja, jugo de manzana y café

· Personas que padecen de bruxismo

Si la causa de la sensibilidad se debe a la exposición de la dentina, existen varios tratamientos para reducir la sensibilidad, estos tratamientos son los siguientes:

· Aplicación de barniz flúor en las zonas con mayor exposición. De esta forma se fortalecerá la dentina y el esmalte

· Aplicación de flúor en espuma o gel

· Utilizar un cepillo dental con cerdas suaves

· Usar una pasta dental poco abrasiva

· Cepillarse los dientes de la manera correcta

· Utilizar una pasta dental con alta concentración de flúor

Existen varias medidas que se deben seguir para evitar el desarrollo de esta patología, como, por ejemplo:

· Eliminar o reducir el consumo de productos ácidos

· Informarnos acerca de la correcta técnica de cepillado para no dañar los dientes

· Corregir malos hábitos como utilizar palillos o utilizar los dientes para abrir cosas o morderse las uñas

· Utilizar férulas de descarga en el caso de padecer bruxismo

· Visitar al odontólogo 2 veces al año

· Tener una correcta higiene oral

· Evitar cepillarse los dientes inmediatamente después de haber consumido alimentos ácidos

· Suavizar los cepillados dentales, realizando movimientos suaves o utilizando técnicas vibratorias poco agresivas